domingo, 28 de julio de 2013

Desde que me regalaste "Dreams"

¿De qué van mis sueños cuando tú abres los ojos?
De mejorar los campos de concentración
plantando tulipanes en pleno monumento al genocidio.

A veces creo que sería bueno chocar contigo
y explotar bajo las mismas coordenadas,
a gemidos
o en silencio.

Siempre me aplasta el inconsciente
y termino arrastrándome hasta tu cintura.
Y nada.
A menudo, todo.
Me tragan recuerdos y no me escupen.
O viceversa, los escupo y me cae todo en el rostro.

Caminé dos pasos hacia ti,
me diste la mano
y volamos un papalote.

Nada mejor que colapsar
entre la estampa de tu sonrisa.

-No sé si en cinco o en diez años…-
Dijiste.

Llegamos.
Nos quitamos las sombras de encima.
Me encontré el mapa de tu nombre
y las piezas de tu armario.

“De sueños y risas que caigan de tu pubis”
Conjuré un día.

Afuera el Verano muriendo de envida.
Y ahí estábamos.

Brinqué y me mojé entre los charcos de tus piernas.
Terminé lloviendo.
Inundamos.

Nuestro viaje, más agitado que la Kingda Ka,
nos construyó un ‘para siempre’.

 

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